
HISTORIA
En 1913 había llegado a Bahía un sacerdote imbabureño, el P. Luis Pinto, con el fin de llevar alivio espiritual a este sector que abarcaba más de 40 mil almas en una extensión de 3.600 kilómetros cuadrados. Por esa época vivía el señor Alberto Santos Hervia, quien mando 20 mil dólares al sacerdote Pinto, entrega que se hizo para que se formara un colegio religioso, la ''Inmaculada''.
La Inmaculada abrió sus puertas oficialmente el 1 de mayo de 1923 recibiendo internas y semi-internas; se recuerda el nombre de varias de ellas: Adriana e Ines Barreiro, Margarita Zedeño, Carmen María Olives, Francisca Farías, Bidalina Benítez, Rosa Vega, Ena Uscocovich, Mariana Jalil, Rebeca Olives, Dalia Mendoza, Chavica Pérez, Ofelia Villamar, Susana Jalil, Paulina Kuffó, Rosa Te Giler.
El 24 de septiembre de 1923 salió de quito el segundo contingente de Hermanas. El mismo Comité de damas, se interesó por comprar un terreno para hacer su propia edificación al establecimiento, se buscó uno al parque Manuel Nevárez.
VISION
​Ser una Unidad Educativa Particular católica, líder referente de la sociedad tungurahuense que brinde una formación integral del ser humano, basada en los principios evangélicos y el Carisma Providencia, con una educación critica-reflexiva, y además desarrolle destrezas en los ámbitos artístico, cultural, deportivo y tecnológico con calidad y calidez que responda a los retos de una sociedad en constante evolución.
MISION
​Nuestra Institución contribuye en la formación de bachilleres líderes proactivos, emprendedores y trascendentes con autocontrol de sus emociones, a través de la aplicación de procesos pedagógicos – curriculares y espirituales coherentes a las políticas socio-educativas nacionales y el carisma providencia, mediante la motivación y capacitación constante de la comunidad educativa en el ámbito científico y espiritual, con el empleo de herramientas tecnológicas, para una adecuada vinculación con la sociedad.